Me sentía fuera de lugar. Mis amigas cambiaban de look, se hacían retoques, subían selfies y yo… simplemente no encajaba.
No porque no quisiera verme bien. Sino porque no quería entrar en ese ciclo del tinte:
Químicos, retoques, daño, dinero tirado y frustración cada mes.
Yo solo quería un rubio sin dañar mi cabello, sin dejar de ser yo.
Probé de todo: Sprays caseros, champús que prometían aclarar, mascarillas de TikTok… Nada funcionaba Y cuando parecía que no había solución sin sacrificar mi look y mi esencia, encontré esto: